NÚMERO 9

     

El Camino de San Telmo
 
Una de las vías para la sostenibilidad y la afirmación mundial.

Feliciano Tavares Monteiro


 

 

Las imágenes se transmiten a diario casi instantáneamente por las herramientas de tecnología de la información y la comunicación muestra una naturaleza y una juventud desafiando los proyectos y planes diseñados con pilares, ahora fragmentados, de la ecuación de la recta y el ángulo recto. Pilares que han fascinado a los científicos en los años 1600-1900, pero que no llegaron a seducir o afectar los elementos dinámicos del medio ambiente.
En el medio ambiente no hay nada similar a una recta o a un ángulo de 90 grados. Ya los jóvenes fueron a manifestaciones de protesta en la era contemporánea, sobrepasando a todos los niveles anteriores de indagación que a pesar de poco visibles a la gente común, no son las protestas municipales, regionales o nacionales sino los desafíos que se hacen agresivamente y en una escala mundial, mucho más elocuentes que los de 1968. Así, en esta etapa no hay ninguna posibilidad de celebrar reuniones de nivel mundial próximas a las grandes ciudades. Los jóvenes, aparentemente, se niegan a aceptar los conceptos ortodoxos que insisten en sobrevivir en algunos ámbitos de la política y de la sedimentación de la ciencia.   
Tampoco hay duda de que: los desastres urbanos proliferan en los lugares donde más y más son colocados amte prueba del agua: los suelos, rectificando los ríos y poniendo los arroyos para desembocar en ángulo recto, en los lechos de estos. Un desafío a las rutas y normas de la naturaleza. Por otro lado, las guerras nunca son eliminadas de la agenda y la ayuda para programas sociales y ambientales es sistemáticamente reducida o diferida; en todas partes se multiplican la detención de personas y la represión policial, en un vano intento de aislar a los líderes mundiales de su mundo real o sea, de sus liderados. Un camino único y de aislamiento.
Las grandes ciudades de las Américas son ejemplos de esto, cuando se requieren soluciones que tiendan a terraplenar colinas y rectificar los senderos de los arroyos, el drenaje de las aguas residuales y pluviales. Pero, rara vez producen el balance de la energía de estas soluciones presentadas y contratadas. Es muy posible que la energía consumida en el bombeo de aguas residuales urbanas, en algunos casos sea superior a la energía consumida en los edificios escolares. Y, en los lugares donde se instalan las grandes compañías petroleras, por lo general, el plan urbano es trágicamente, roto, porque rara vez se ajusta la energía extraída de los locales a las necesidades calorícas de la población de los alrededores de las macro-empresas.
En un mundo de predadores y presas, por increíble que parezca es, claramente, visible en las ciudades y los barrios donde no hay más tiempo para detener los fenómenos, para proyectarlos, para planearlos o triangularlos. Las respuestas que la naturaleza y la juventud del siglo XXI exige sin cargo de disección o de representaciones estáticas, define que basta de conejillos de indias. Ahora, hay sólo una muestra que no puede pasarse por alto: todo el planeta propiamente dicho.
Por lo tanto, se insta a que en la interpretación de los fenómenos naturales no se tenga solo en vista la masa de los cuerpos o de la forma. Es inevitable que uno empiece a considerar, sobre todo, la energía implicada en los fenómenos o emitida por las especies en su hábitat, pues la energía es, principalmente, el contenido dinámico de los organismos sometidos a prueba.
El triste incidente en Haití sólo expone la fragilidad de una nación, sin sistemas de agua, recolección de basura o de alumbrado y demuestra que ese país ha sido condicionado para tratar de sobrevivir sin producción de energía. El terremoto aportará, junto con la lava volcánica, algunos de los temas más candentes de las Naciones Unidas.
La negligencia o ignorancia del largo viaje que la humanidad hizo del fuego hasta la fusión nuclear, se suma a la ignorancia total de los conceptos posmodernos de la eficiencia energética – algo que la rana o un lagarto no desprecian: el primero por utilizar la lengua para cazar y no tener que correr y gastar calorías por detrás de la presa y el segundo para quedarse, tranquilamente, tomando el sol como buen lagarto que es cuando no hay "alimento" para sí mismo, moviéndose en los alrededores. Ambas especies tienen mucho que enseñar en lo que se refiere al ahorro de energía según J. Goldemberg.
Los piratas y marineros de los buques coloniales, visitantes frecuentes de la Isla Spaniola, vivían en una era donde la ciencia y la brujería coexistían aún confusas, y las tormentas traían para los embarcados el miedo del fuego de San Telmo que, después del siglo XX, la ciencia dio a conocer como un fenómeno de energía llamado Descarga de Corona. (Emisión de electrones  por electrodos de alta tensión, cuando  se chocan con átomos del dieléctrico adyacente al electrodo. El choque provoca la liberación de nuevos electrones, formando un proceso llamado de Avalancha de Towsend  Fuente: Wikipedia.)
Al rehacer paso a paso este camino  de la evolución de la energía, se ha llegado a la constatación  de que el hombre no sobrevivió en el planeta por ser el más fuerte, más fotogénico, o más rápido. Sobrevivió porque se adaptó al medio ambiente. Esto sólo fue factible gracias al estudio científico y a la aplicación tecnológica de las distintas maneras de absorber la energía para saber adquirir y mantener las calorías que es lo que en síntesis, mantiene viva a la especie humana.
Por lo tanto, es urgente que una vía didáctica, que extracte los pasos de los descubrimientos y los avances de la energía se presente  a los universitarios, a los hombres de bien y a los propietarios como una especial curiosidad. A falta de otro nombre puede llamarse Ener–Vía. En la  Ener–Vía  habrá compendios de cómo hacer fuego, soplar las turbinas o los molinos de viento, y también,  la muestra de proyectos de producción de energía nuclear, pasando, claro está, por la Descarga de Corona y otros fenómenos energéticos. Esta vía deberá estar constituida de ochenta y un (81) entrepuestos didácticos, en cada uno de estos mirantes energéticos donde el viajero curioso o científico aficionado, tendrá la oportunidad de seguir el largo camino de la evolución de la energía en la humanidad.

Feliciano Tavares Monteiro, es ingeniero electricista y también un alto ejecutivo de SECTI, un organismo tecnológico oficial del Estado de Bahía, Brasil y administra su propio website: www.sinodomeio.com.br.

 
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